Aporte del INTI a la industrialización de alimentos orgánicos
07 Dic 2021
Una de las actividades productivas más novedosas con las que el INTI trabaja es en la industrialización de alimentos orgánicos, que viene creciendo en el país y cuya demanda también aumenta a escala global.
Las plantas piloto que el Instituto tiene en su sede tecnológica de la localidad 9 de Julio, provincia de Buenos Aires, obtuvieron el sello de certificación orgánica. En dicha entidad se asiste técnicamente a productores y PyMEs en la realización de ensayos de desarrollo de nuevos productos, con el fin de una mejora en la calidad nutricional y funcional, y de esta forma agregar valor a materias primas tradicionales y no tradicionales.
El establecimiento para la elaboración de productos orgánicos fue certificado por parte de la Organización Internacional Agropecuaria S.A. (OIA)¹. Este Instituto históricamente se dedica a brindar asistencia técnica a productores y a pequeñas y medianas empresas del sector de granos, por ello la certificación mencionada, incluye un molino de maíz de molienda seca y una planta semi-industrial de extrusión y prensado. En la misma sede también hay una planta multipropósito con menor escala de producción, con la posibilidad de llevar a cabo diversidad de procesos y operaciones unitarias. Se realizan ensayos de desarrollo de productos y se agrega valor a distintas materias primas provenientes de granos.
La certificación orgánica de este establecimiento permite a los productores y PyMEs que se acercan al INTI, contar con la obtención de diferentes productos terminados (a partir de cereales, oleaginosas, legumbres y otros granos), para abrirse camino en el mercado de alimentos orgánicos nacional e internacional.
Trayectoria orgánica
El equipo de especialistas del INTI en 9 de Julio tiene experiencia de trabajo en el agregado de valor a la producción orgánica de alimentos desde 2003, principalmente con harina de maíz y harina semi desgrasada de soja.
Actualmente las instalaciones del Instituto en esa sede cuentan con capacidades de elaboración orgánica de más de 90 productos. Entre ellos se encuentran descascarados/ pelados/ popeados / extrusados de avena, cebada, trigo, girasol, sorgo, mijo y quínoa; arveja, poroto mung, maíz, amaranto, lino, soja, sésamo, chía, garbanzo, lenteja y poroto alubia; harinas y subproductos de algunos granos, legumbres, cereales y semillas; sémolas de maíz, arroz y arroz yamaní; entre otros.
Para obtener esta certificación en particular con OIA, se comenzó a trabajar con ellos en octubre de 2020. El aspecto más importante para llegar al objetivo fue cumplir con el sistema de gestión de calidad de buenas prácticas de manufactura —procedimientos, instructivos, registros, capacitación del personal, control de agua de consumo, manejo integral de plagas, entre otros—, además de algunas adecuaciones edilicias.
En la agenda estratégica
La Producción Orgánica de alimentos y su industrialización fue incluida entre las prioridades de trabajo durante el año en distintos encuentros correspondientes a los consejos asesores regionales del INTI. Además, recientemente el Instituto firmó un convenio específico con el Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO), que incluye la identificación y acompañamiento de 30 proyectos seleccionados en distintas partes del país.
“El Instituto busca constantemente encontrarse a la vanguardia del mercado de alimentos con valor agregado, ya sea desde la diferenciación de su valor nutricional como así también en la calidad y seguridad alimentaria, con el objetivo de contribuir a la elaboración de productos confiables e inocuos. Por eso, ofrece asesoramiento continuo a quienes desde el ámbito productivo pretenden encontrar una llave de acceso a mercados diferenciados, como el de productos orgánicos”, destacó el presidente del INTI, Ruben Geneyro.
El potencial de la Argentina en este sector es muy significativo, no sólo por la demanda global, sino porque es el segundo país del mundo en lo que refiere a superficie certificada para producción orgánica, con 4.4 millones de hectáreas. En este marco, se puede ganar mayor competitividad en la producción de alimentos orgánicos pero para ello es necesario fortalecer la calidad, la certificación de los productos y mejorar la logística de distribución. Desde el INTI se trabaja en investigación y acompañamos a la producción y/o industrialización de alimentos orgánicos de productores de pequeña escala, PyMEs o grandes empresas en pos de alcanzar esos objetivos. Más información: Coordinación Programa Diversificación de la Producción Orgánica de INTI – mailto:consultas@inti.gob.ar
Fuente: Revista Alimentos Argentinos