A principios de la década del 2000, en el marco de una acción conjunta de Productores Ovinos de Chubut (PROPAT), la Organización Internacional Agropecuaria (OIA), y un equipo técnico liderado por el ingeniero Ruben Contreras (SEA), se ponía en marcha un proceso que dejó sentadas las bases del esquema de Certificación Orgánica en particular, pero de los esquemas de certificación y diferenciación en general, en la Provincia del Chubut.

A principios del 2000 no había en Chubut ningún campo ovino bajo certificación y en el año 2010 Chubut era la provincia argentina con mayor superficie bajo certificación orgánica del país, y la Patagonia en su conjunto se transformaba en la segunda superficie bajo certificación orgánica en el mundo.

En ese marco, Contreras expresó su «reconocimiento a los productores ovinos que integraron el Grupo PROPAT, y a los técnicos y responsables de la OIA por el permanente acompañamiento en la consolidación de un proceso que sin duda representa una ventaja comparativa y una oportunidad diferencial para toda la Producción de Chubut y de la Patagonia en general».