Nuevo estudio de FiBL muestra caminos para una agricultura orgánica climáticamente neutral para 2040

26 Abr 2022

Las emisiones netas cero en la agricultura orgánica en Suiza son desafiantes, pero posibles. Esta es la conclusión de un estudio publicado hoy por el Instituto de Investigación de Agricultura Orgánica (FiBL).

Si bien el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero podrían ahorrarse en la agricultura, también se pide a los consumidores que hagan su parte cambiando sus patrones de consumo, dice.

Según la base de datos sobre agricultura orgánica y protección climática compilada en el estudio, los investigadores de FiBL modelaron varios escenarios para estimar la condición de la agricultura orgánica climáticamente neutra en 2040 e identificar los mayores desafíos. Al hacerlo, llegaron a las siguientes conclusiones:

Según los conocimientos actuales, la agricultura orgánica puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 15 % y compensarlas en un 45 %. Esto requerirá diversas y sustanciales contribuciones de los agricultores.

Las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura pueden reducirse en un 25 % adicional mediante ajustes en el comportamiento del consumidor: en particular, mediante la reducción del consumo de alimentos de origen animal y la reducción del desperdicio y las pérdidas de alimentos.

Se necesita una mayor innovación en la agricultura y el consumo en 2040 para alcanzar también el 15% restante del objetivo.

Tomar medidas ayudará a garantizar la seguridad alimentaria

Alrededor del 15% de las emisiones podrían reducirse a través de medidas operativas. Además, existe el potencial de compensar alrededor del 30 % de las emisiones mediante el almacenamiento de C (carbono orgánico del suelo, carbón vegetal y agrosilvicultura). Otro 15% de las emisiones podría compensarse indirectamente a través de la producción de energía renovable (incluida la agrofotovoltaica). Sobre la base de estas suposiciones y cálculos, la agricultura podría contribuir en un total de hasta un 60 % al logro de la meta.

Markus Steffens, investigador de suelos y clima de FiBL y coautor del estudio, también cree que el ambicioso objetivo de ‘cero neto’ en la agricultura orgánica plantea grandes desafíos y requiere la cooperación de todas las partes interesadas en el sistema alimentario. Al mismo tiempo, sin embargo, también llaman la atención las oportunidades de la agricultura orgánica climáticamente neutra: “Muchas de las medidas también contribuyen a la adaptación al cambio climático y, por lo tanto, ayudan a poder garantizar la seguridad alimentaria en el futuro”.

Fuente: Organic Market Info