Unos mates con… Marcelo Canatella
14 Ene 2023
Este mes charlamos con el Ingeniero Agrónomo, Marcelo Canatella, especializado en el manejo de viñedos para vinos de alta gama.
¿Cuál ha sido tu formación?
Tuve la suerte de estudiar, en la década del `80, en un colegio Bachiller Agrotécnico y Enológico. En la universidad me recibí de Ingeniero Agrónomo y sabía que iba a trabajar en viticultura. Al poco tiempo de recibirme tuve la suerte de conocer al prestigioso enólogo francés Michel Rolland, quien comenzaba un proyecto en Mendoza llamado “Clos de los Siete”. A finales de los ´90 comencé a hacerme cargo de la parte vitícola del proyecto. Ahí se consolidó en mí la pasión por la viticultura y por el vino como consumidor. Y así trabajando tuve la suerte de conocer, en el año 2002 a Pedro Landa, con quien recorrimos el viñedo Val de Flores. Ahí empecé a interiorizarme sobre la viticultura orgánica y sus beneficios para el suelo y por eso hicimos en ese viñedo algunos cambios en el manejo del suelo para poder ser orgánicos en el 2008. Luego decidí emprender por mi cuenta para poder ser asesor en otros proyectos en vinos de alta gama (MonteViejo, Flecha de los Andes, Bodeda Rolland, entre otros).
¿Qué características tienen las producciones orgánicas Val de Flores y Bodega Rolland?
En Val de Flores producimos un malbec de altísima gama, en un viñedo que tiene más de 70 años, asimismo tenemos plantaciones de merlot, aquí es donde están los viñedos y donde se elabora. Y es orgánico desde hace 15 años, siendo pioneros en la producción orgánica.
El vino Val de Flores es uno de los vinos top de Argentina producido en Bodegas Rolland.
¿Por qué decidieron ser orgánicos?
Porque siempre, en ambas bodegas, tomamos contacto desde muy temprano con la producción orgánica y nos dimos cuenta que se podía producir con calidad y cuidando los recursos naturales. Es por ello que se apostó por la producción orgánica, porque creíamos en ella.
¿Cuál es la importancia de la certificación?
Es fundamental porque no es sólo el no uso de agroquímicos, sino que no solo hay que certificar orgánico el viñedo sino que hay que certificar orgánica la bodega. Para ser orgánico uno debe leer la legislación y cumplirla. Para ello, es importante realizar un buen manejo del suelo y tratamiento fitosanitario. Después, la poda y el rendimiento es igual.
La certificación orgánica influye de manera positiva en el ordenamiento y en el registro de datos como así también, en los productos permitidos que se utilizan. Para que un vino sea orgánico, debe ser auditado por una certificadora. Se deben presentar planillas, hay que adaptar galpones, hay que seguir todo un proceso de lavado de maquinaria, hay todo un proceso de tratamiento de los envases vacíos, entre otros varios procedimientos. Así, el consumidor al ver en la etiqueta un logo orgánico debe quedarse tranquilo que se esta cumpliendo con la legislación orgánica y que está adquiriendo un producto de calidad.
¿Cuáles son las características distintivas del vino orgánico frente al convencional?
De acuerdo a mi experiencia, por haber evaluado manejos en diferentes zonas del país, la gran diferencia del manejo orgánico radica en mantener un suelo vivo, ya que al no usar agroquímicos, hay una microflora y una microfauna diferente, por lo que también no hay desertificación y erosión de los suelos. Al tocar ese suelo, uno se da cuenta que hay materia viva, por lo tanto es diferente la uva y el vino, ya que las levaduras o la microfauna que hay dentro del grano de la uva cambia. La fermentación es diferente porque las levaduras autóctonas, que son una expresión del terroir, no son eliminadas por el uso de productos de síntesis, entonces, el vino orgánico es la fermentación del jugo de uva y azúcar transformada en alcohol por intermedio de las levaduras autóctonas, sin la necesidad de agregar levaduras seleccionadas.
¿En qué consiste tu trabajo como asesor?
Yo me dedico a dar recomendaciones en cuanto al manejo, hago asesoramiento en la parte técnica, por lo que no administro. Me dedico al manejo integral del viñedo, que va desde la poda, cuando se inicia el ciclo en mayo/junio hasta la cosecha en febrero/marzo y doy asesoramiento sobre todas las tareas (riego, nutrición, tareas de poda, cronograma sanitario, etc).
¿Cómo ves el panorama de la producción del vino orgánico en nuestro país?
Actualmente, vemos un boom y una necesidad del trabajo orgánico en los viñedos de toda la Argentina porque hoy en día ya vemos vitivinicultura en otras zonas (Patagonia, Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires) más allá del oeste argentino. Cada zona geográfica agrega características diferentes según el varietal.
El consumidor hoy en día busca cosas diferentes, siempre y cuando sean prolijas y de buena calidad. Por eso demanda vinos orgánicos y todos los actores se están volcando (productores, elaboradores y consumidores) a este nicho de mercado.
Durante la pandemia se generó una mayor conciencia por el cuidado del planeta y una alimentación más saludable y con ello la demanda de vinos orgánicos ha aumentado de manera considerable, acelerando una tendencia que ya se veía en los distintos mercados. Por otro lado, la búsqueda de nuevos horizontes de comercialización, nuevos mercados y productos innovadores y diferenciales hace que las ventas de estos productos sigan en crecimiento en valor y volumen
¿Por qué los vinos orgánicos argentinos son cada vez más apreciados?
A la Argentina le va muy bien en producción de vinos orgánicos por que se da una interacción de varias cuestiones: contamos con un clima excepcional y diverso a lo largo del país. Es esa expresión del terroir, que es la relación suelo, gente y clima. Eso define al terroir en cualquier cultivo y en el vino más todavía, porque le da una identidad totalmente diferente a un mismo varietal en un mismo año, en cada clima diferente; sumado a que contamos con grandes profesionales que llevan años tratando de mejorar el producto final. Esto se refleja en los puntajes de los vinos y en el crecimiento del consumo.
¿Cuáles son los datos estadísticos más relevantes de la producción orgánica en Argentina?
Según el Laboratorio Estadístico del Instituto Nacional de Vitivinicultura en la campaña 2022, fueron 142 establecimientos los que ingresaron uva orgánica por un total de 706.171 quintales. El informe indica que durante la última campaña se exportaron 11,1 millones de litros de vino orgánico, 2,4 millones de litros de mosto concentrado orgánico y 887 toneladas de pasas de uva orgánica. En el último año crecieron las exportaciones de los tres productos respecto al año anterior.
¿Cómo surgió y en qué consiste Vanguarvid?
Surgió luego de muchos de trabajo, junto con mi colega Gabriela Celeste. Los invitamos a visitar www.vanguarvid.com. En esta plataforma podrán acceder a información vitícola y enológica, con alto rigor técnico, pero diseñada de manera cercana y atractiva.
¿Podría darnos algún tip para aquellos que los recién se interioriza en el mundo del vino?
Hoy en día todas las bodegas tienen su línea de orgánicos. Los invito a ver la horizontalidad de los vinos, y probar para una misma añada, una bodega y diferentes varietales. El que quiera empezar en el mundo del vino tiene que tomar con la intención de saber lo que se está tomando y animarse. La única regla es que no hay reglas y todos pueden empezar a degustar vinos.
¿Cuál es el futuro de la producción orgánica de vinos?
Ya el presente es muy prometedor por lo que en los próximos años vamos a seguir viendo un crecimiento. Esto sucede por la necesidad de cuidar los recursos y mantener la biodiversidad, por lo que no es una moda y se va sostener a lo largo de los años.
¿Cuáles son los canales de contacto que tienen para encontrarte?
Me pueden escribir a marcelocanatella@gmail.com o en mi cuenta de Instagram https://www.instagram.com/marcelocanatella. Como así también a través de la web www.vanguarvid.com y su Instagram https://www.instagram.com/vanguarvid/?hl=es
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