- el uso racional de los recursos naturales.
- la no utilización de productos de síntesis química (insecticidas, fertilizantes y herbicidas entre otros).
- el incremento y/o mantenimiento de la fertilidad.
- el incremento y/o mantenimiento de la biodiversidad.
- el respaldo por medio de registros que avalen el manejo aplicado.
Un producto orgánico debe poseer identidad e integridad y debe estar certificado por OIA.